¿Quién está detrás de Petirroja?

Hola, soy Alexandra Pena, alma mater de este proyecto y os quiero contar un poco de mi trayectoria hasta el nacimiento de Petirroja. ¡La vida es un carnaval!

Nací en Caldas da Rainha pero viví hasta los 17 años en Bombarral, (PT). El viernes 13 de enero de 1995 por cuestiones de trabajo por parte de mis padres y contra mi voluntad nos trasladamos a Metepec, Estado de México, (MX)

¡Una locura! 

En Portugal estudiaba el bachillerato de Art & Design pero al llegar a México el bachillerato era único y tuve que empezar de nuevo… un rollazo. 

En la universidad pensaba matricularme en Diseño Gráfico o Arquitectura pero me dejé mal influenciar por mi madre y terminé estudiando Administración y Dirección de Empresas (ADE), solo me gustaba la asignatura de mercadotecnia.

Los primeros cuatro años los viví felizmente con mis padres, hasta que, de nuevo por trabajo volvieron a Portugal. Esta vez me dieron a elegir, volver o quedarme, lo ví claro… Me quedé cinco años más, lo que duró la carrera. Estudiaba por las mañanas y trabajaba en Zara por las tardes.

Después de nueve años volví a Portugal por unos meses. Mi aventura por México había terminado. 

Ay, ay, ay, vivir en México fue una maravillosa experiencia, me empapé de la vida, la cultura, las costumbres y gastronomía mexicana. El pozole, la sopa de tortilla, los tacos, el tequila, la sangrita, el mezcal, los hongos, las pirámides, esas playas, los manglares, la música, el día de los muertos, el albur, la gente… ¡Viva México!

Desde México conseguí una beca para estudiar un máster en Dirección Comercial y Marketing en FUNDESEM, Alicante, (ES). Al finalizar el máster empecé a trabajar en ENEBE, una empresa que se dedicaba al mundo del deporte, estuve 11 años. Mientras tanto hice un máster en Creatividad Publicitaria, uno en Fotografía, y otro de Community Manager.  

La fotografía siempre me ha encantado, a raíz del master empecé a desarrollar proyectos fotográficos. También jugué a ser DJ con mi amiga Raquel, éramos ¡Qué Pena de DJs!, pinchábamos Electropop, eso decíamos. Raquel se quedó embarazada y se acabó lo de pinchar.

En 2017 me quedé en paro e intenté crear una marca de ropa que se iba a llamar QUÉ PENA – Clothes for optimistic people. Fue un fracaso, hacía falta una buena inversión que no existía.

Un buen día en la barra del IMPULSO HEROICO Y LA DIMENSIÓN INSONDABLE hablando con mi amiga Silvia sobre México, Costa Rica, del picante y las vueltas que da la vida, dijimos que sería una buena idea elaborar una salsa picante… Ella llevó a cabo la iniciativa y creó My Chilli, una marca de salsas, una de habanero y otra de jalapeño. Unos años después Silvia abandonó el proyecto y me convenció de quedármelo y es en ese momento que nace Petirroja y sus manjares piantes.

Naming: Petirroja

No fueron pocas las vueltas que dimos hasta llegar al nombre Petirroja. Empezamos por investigar sobre el picante, los chiles, entre tanta información, uno de los grandes descubrimientos fue que las aves tienen menos papilas gustativas que los humanos.

Las aves pueden tener menos de 50 o hasta aproximadamente 500 papilas gustativas, en cambio los humanos tienen entre 9.000 y 10.000 papilas gustativas.

Por este motivo, los pájaros pueden comer picante sin ningún tipo de pudor, el umbral de sensibilidad y tolerancia a este sabor es bastante alto.

En la antigüedad, antes de que existiesen campos de cultivos, la única forma de reproducción y expansión de las plantas incluyendo los pimientos picantes era gracias a los pájaros. Eran ellos quienes diseminaban las semillas.

Es esta colaboración desinteresada la que ha posibilitado el que estos pimientos y sus derivados nos acompañen actualmente en muchísimos platos de la gastronomía mundial.

Llegados a este momento tuvimos claro que tendría que tener nombre de pájaro. ¿Por qué Petirroja?

Es curioso y atrevido, uno de los pájaros más populares, y fácilmente reconocibles por su llamativa mancha anaranjada en el pecho y garganta. Curiosamente, raro en el mundo animal, machos y hembras tienen la misma coloración, un símbolo de igualdad. También por eso, Petirroja y no Petirrojo.

Petirroja también es un guiño al color rojo, color con el que normalmente relacionamos el picante.

Salsas Petirroja

Nuestra primera apuesta fueron las salsas de chile. Ese fue el origen de Petirroja.

En Petirroja se trabaja artesanalmente, todo el proceso de producción es manual (como antaño), con materiales frescos de primera calidad, con productores lo más cercano posible, y aptos para celíacos y veganos y todo está hecho con tanta dedicación como cariño.

Se hacen salsas picantes de casi todos los chiles (los frutos de plantas del género Capsicum, de la familia de las Solanáceas). Y su grado de picor viene dado precisamente por el tipo de planta, ya que en el proceso de elaboración de la salsa no hay forma alguna de hacer crecer su nivel de pungencia.

Es la escala Scoville (desarrollada por Wilbur Scoville en 1912) el baremo según el cual se catalogan los chiles por su picor, y abarca desde el 0 de un pimiento no picante hasta 16 millones de unidades scoville, siendo este máximo el valor de la capsaicina pura, el componente químico que contenido en mayor o menor porcentaje en estos pimientos, estimula los receptores térmicos de las mucosas.

Chiles como el jalapeño y el pimiento de padrón alcanzan un grado de entre 2.500 y 5.000 unidades scoville, el habanero puede alcanzar los 350.000, pero está lejos del Pepper X3, que llega a los 3.000.000 en la escala.

Investigaciones sugieren que fue en México donde se “domesticó” el chile para cultivo masivo.